Raúl Tamudo, un ilustre de nuestro fútbol, ha anunciado que cuelga las botas a sus 37 años. Tras jugar 13 temporadas en el RCD Espanyol, además de defender los colores de Alavés, Real Sociedad, Lleida, Rayo Vallecano, Pachuca y Sabadell, ha decidido poner fin a su dilatada carrera deportiva. Se va como máximo goleador de la historia del conjunto blanquiazul y para historia quedan sus goles que dejaron al FC Barcelona sin varias Ligas y dieron puntos clave a su club. Además, Luis Aragonés apostó por él cuando optó por llenar la parcela ofensiva de la selección española de ‘bajitos’ y le respondió ayudando en la victoria frente a Dinamarca por 0-2, que supondría un giro radical en la historia del fútbol español. Se ha despedido a través de una carta en las redes sociales que reza lo siguiente:
“Siempre pensé si sería difícil o no anunciar mi retirada como futbolista profesional y ahora sé, cuanto menos, que es especial. Tarde o temprano llega el momento y, la verdad, no puedo quejarme pues he disfrutado de este deporte todo lo que ha estado a mi alcance.
Ahora que cierro mi ciclo como futbolista en activo me gustaría agradecer a todos los entrenadores que tuve en el fútbol base por lo que me enseñaron y me ayudaron a formarme como persona y futbolista. Ellos hacen una labor impagable. También a los entrenadores que he tenido como profesional.
Gracias a todos y a cada uno de los compañeros con los que tuve la suerte de compartir vestuario; al lado de ellos he vivido momentos únicos e inolvidables.
Gracias a todas las aficiones por tratarme tan y tan bien desde el minuto uno, por arroparme en los malos momentos y disfrutar de los buenos. !Jamás os olvidaré! Reconozco que cuando pasaba horas y horas jugando por las calles de Santa Coloma nunca pude imaginarme que recibiría tantas muestras de cariño y afecto especialmente de los seguidores del Espanyol. Y gracias, también, a todos los clubs que he tenido el placer de representar, pues me pusieron las cosas muy fáciles a mí y a los míos
Gracias a mis representantes y amigos, a los que siempre que he necesitado han estado a mi lado. Tengo pocos amigos pero valen por un millón.
Y GRACIAS, en mayúscula, a mi hermano Paco por todas las horas compartidas juntos y su apoyo constante; y a mis padres por sacrificar tantas y tantas cosas por ver a sus hijos hacer lo que más les gustaba: ir detrás de un pelota.
Comienzo ahora una nueva etapa. Soy padre y quiero disfrutar de mi hijo el máximo tiempo posible, ir a Cornellà con él a ver a mi RCD ESPANYOL durante muchos años.
¡Gracias!”
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